El Asesino del puzzle es conocido por darle siempre a sus víctimas una oportunidad de sobrevivir, pero haciéndoles enfrentarse a juegos mortales. Cuando el policía Matthew consigue detenerle descubre que otro juego está en marcha, un juego donde varias personas están encerradas en una casa donde se ha liberado una toxina en el aire que les matará en dos horas si no consiguen encontrar un antídoto, de los cuales hay varios por la casa pero en lugares muy peligrosos. Matthew vera horrorizado este espectáculo a travás de unos monitores de TV, mientras se da cuenta que una de las personas encerradas es su propio hijo.